«LOS VALORES SOCIALES RELACIONADOS CON EL GÉNERO PUEDEN INFLUIR EN NUESTRA SALUD»
«LOS VALORES SOCIALES RELACIONADOS CON EL GÉNERO PUEDEN INFLUIR EN NUESTRA SALUD»
Cada vez más personas acuden a terapia buscando un servicio profesional que tenga integrada la perspectiva de género en su proceso. Trabajar con esta mirada implica considerar los roles y estereotipos de género como variables que nos influyen y afectan en nuestras vidas. Tomar conciencia y abordar estas cuestiones te ayudará a mejorar y aumentar tu bienestar y ver las cosas desde una perspectiva crítica, igualitaria y responsable.
En función del sexo biológico asignado (vulva, pene), nos clasifican como hombre o mujer, y a partir de ahí, la sociedad nos dice qué es lo que es ser mujer y cómo debería comportarse por el mero hecho de ser mujer, y qué es ser hombre y cómo debería comportarse por el mero hecho de ser hombre. A esto le llamamos género. Se trata de una construcción social que diferencia a las personas como mujer u hombre según la apariencia de sus genitales, y a partir de ahí, surgen unos estereotipos de género: ‘‘La mujer tiene que ser cuidadora, débil, emocional, dependiente; mientras que el hombre debe ser fuerte, insensible y violento’’.
Son múltiples los estudios que aseguran que los estereotipos de género afectan negativamente a nuestra salud emocional. Los estereotipos y roles de género influyen en cómo somos, qué pensamos acerca de nuestra persona, cómo vivimos y valoramos el entorno que nos rodea, cómo nos sentimos, cómo nos relacionamos. ¿Qué factores influyen? Principalmente, y entre otros, los factores sociales, como la educación, la información que proviene de los medios de comunicación, las experiencias directas o la observación.
Desafortunadamente, bajo la presión de la sociedad y la cultura en la que vivimos, a la mujer y al hombre se nos asignan papeles diferentes en función de nuestro sexo biológico: la sociedad nos educa en estos papeles para que los asumamos, interioricemos y reproduzcamos, y, de esta manera respondamos a las expectativas sociales que se esperan en cada caso. El núcleo del género y, por tanto, de la cultura que lo mantiene, es el poder: la jerarquización de todas esas características y atribuciones con preferencia de lo masculino frente a lo femenino, uno representando lo positivo y el otro relegado a un segundo puesto. Si crees que este enfoque es importante para ti, no dudes en llamarnos.