
Las Demandas Excepcionales del Medio
Iniciamos la revisión del decálogo contra el estrés de Labrador proponiendo como la primera de las recomendaciones para mantener el estrés a raya “reducir en lo posible las demandas excepcionales”.
Las situaciones potencialmente estresantes en las que nos podemos ver envueltos/as se clasifican en tres grupos:
- Sucesos vitales intensos y extraordinarios (catástrofes naturales, situaciones bélicas, pérdida de un ser querido, …);
- Sucesos estresantes cotidianos (fumar, beber, atascos de tráfico, discusiones familiares/pareja, …);
- Situaciones de tensión crónica mantenida (Problemas económicos, un mal ambiente laboral, ser cuidador de una persona dependiente…).
Los sucesos estresantes cotidianos y las situaciones de tensión crónica mantenida, a la larga, puede dañar nuestra salud en mayor medida que los sucesos vitales intensos o extraordinarios. Parece que nuestro organismo está mejor preparado para afrontar aquellos sucesos extraordinarios puntuales, aunque estos sean muy perturbadores, que para acumular pequeños sucesos estresantes. Esto no quiere decir que los sucesos extraordinarios no puedan poner en riesgo nuestra salud (de hecho, pueden producir por si solos el desencadenamiento de trastornos como el de Estrés Post Traumático, que son susceptibles de intervención clínica); sino que nuestro organismo está mejor preparado para lidiar con esos eventos. Sin embargo, como es de comprender, en un porcentaje elevado de las ocasiones no vamos a ser capaces de prever, ni siquiera evitar, que sucedan los eventos extraordinarios puntuales. Si nos vamos a marcar el objetivo de mejorar nuestro manejo del estrés para un cuidado efectivo de nuestra salud deberemos centrarnos en evitar, en lo posible, ese tipo de situaciones cotidianas que aumentan nuestra respuesta de estrés que se pueden considerar mucho más factibles de modificar. Teniendo en cuenta lo anterior, te propongo que hagas un ejercicio práctico, en este preciso instante: «reflexiona sobre todas aquellas situaciones estresantes habituales que puedes reducir o incluso eliminar en tu vida”, te sorprenderás de cuantas de ellas son modificables e/o innecesarias de mantener.
Cómo evitar situaciones estresantes
Vamos ahora a explorar algunas posibilidades para intentar alcanzar nuestro objetivo de modificar, alterar o evitar las situaciones estresantes habituales o cotidianas:
• Si el evento estresante es previsible, tienes un cita importante, un examen, una prueba, un juicio, …; prepara esta situación teniendo en cuenta todas las posibilidades, sobre todo las de que algo pueda salir como no deseamos. Esta tarea supone un trabajo personal que incluye tener la capacidad de solicitar ayuda a otras personas cuando sea necesario. Con este sencillo hábito podrás evitar algunas las futuras situaciones estresantes derivadas de no haber tomado unas adecuadas precauciones que favorezcan un buen afrontamiento de los eventos estresantes previsibles, o al menos una amortiguación de sus posibles consecuencias.
• Aprende a decir “no”: a) conoce tus límites y no los sobrepases, asumir más de lo que puedes manejar es una receta segura para favorecer la aparición de la respuesta de estrés de riesgo para nuestra salud. Vivimos en una sociedad que acepta como cierta la falacia de que, para tener éxito, es necesario esforzarse al máximo y trabajar muy duro. Esto puede ser cierto, o no, pero lo que sí es constatable es que provoca que muchas personas vivan su día a día a unos ritmos frenéticos, con interminables jornadas, no recomendables; b) delegar responsabilidades también es una opción. Y no sólo en los trabajos, también en la vida familiar. El ejemplo más claro lo tenemos en la exigencia del papel de muchas mujeres como únicas abnegadas cuidadoras y responsables de que todo sea armonía en el ámbito familiar; y c) no trates de demostrar tu valor personal con el cumplimiento exhaustivo de cada cosa que te propones hacer; el perfecionismo es extenuante. El perfeccionismo se ha propuesto incluso como una característica básica en el mantenimiento de algunos trastornos mentales (Clinical perfectionism: A cognitive–behavioural analysis; R Shafran, Z Cooper, CG Fairburn – Behaviour research and therapy, 2002).
• Como avanzábamos en el ejercicio que proponíamos antes, Detecta a las personas o situaciones que suponen una fuente habitual de estrés para ti. Si alguien o algo produce consistentemente estrés en tu vida, limita el tiempo que gastas con esa persona o en/con ello, modifica o incluso termina con esa relación o con ese algo, si fuera necesario. Cada caso es diferente, habrá que estudiar las posibilidades de buscar una solución, siempre teniendo en cuenta la relación que mantienes con esa persona o con ese algo, siendo sensible a sus sentimientos (en el caso de que sea una persona) y precavido/a con los tuyos.
• Toma el manejo de tu medio ambiente (1). Primero y lo más importante es que seas consciente de tu medio ambiente. Tenemos habitualmente un número excesivo de preocupaciones y pensamientos que saturan o nublan nuestra consciencia. Es necesario que recuperemos el control de nuestra consciencia, que seamos capaces de vivir el presente, focalizar la atención en el presente siempre que lo deseemos o necesitemos. El problema principal de no vivir el presente es el hecho de no permitir a nuestro organismo que codifique, filtre, y procese los eventos y situaciones que se están produciendo en el medio ambiente presente de una manera adecuada y natural. Este mal hábito, que puede parecer a priori poco importante, puede ser el favorecedor de la aparición de importantes problemas para nuestra salud. Para conseguir vivir más en el presente existen técnicas psicológicas que nos pueden ayudar a conseguirlo. Si tienes una dificultad importante con el manejo del presente la recomendación es que acudas a una consulta psicológica para trabajarlo, puede que obtengas grandes beneficios, y una mejora sustancial de tu salud. Después de conseguir ser más consciente del medio ambiente que te rodea, te será mucho más fácil emplear estrategias efectivas de afrontamiento de los eventos estresantes.
(1) conjunto de circunstancias o factores físicos y biológicos que rodean a los seres vivos e influyen en su desarrollo y comportamiento.
En Conclusión
Leído todo lo anterior, ATENCIÓN, no es saludable evitar situaciones estresantes cuando estas necesitan (por tu beneficio) ser abordadas y zanjadas. Por otro lado, y siendo realistas, no siempre vamos a ser capaces de evitar o prever las situaciones potencialmente estresantes a las que nos vamos a enfrentar, por lo que habremos de estar atentos/as a los siguientes puntos propuestos en el decálogo contra el estrés, e ir sumando estrategias a nuestra mochila de herramientas para manejo de la respuesta de estrés.