
Vamos a hablar en esta publicación de nuestro blog de la respuesta sexual humana, o lo que es lo lo mismo, lo entendemos como el conjunto de cambios físicos, hormonales o psíquicos que se producen ante un estímulo sexual. Esta respuesta se desarrolla en cinco fases:
Fase de Deseo:
Seguro que, a lo largo de la última semana en algún momento, algún olor, pensamiento, conversación, foto, etc. os ha despertado vuestra apetencia sexual, y es que el deseo es eso, un interés hacia la sexualidad o los estímulos sexuales, donde nuestro principal objetivo es obtener el mayor placer posible.
Durante esta fase los órganos de los sentidos tienen un papel muy relevante ya que a través de ellos erotizamos todos los estímulos, predisponiéndonos así para activar nuestro deseo sexual, por ejemplo, a través de la piel, mediante el tacto, cualquier caricia en cualquier parte puede provocarnos placer y con ello activarnos sexualmente.
Fase de Excitación:
Esta fase corresponde con el inicio de las sensaciones eróticas que producen a nivel genital una erección del pene o la lubricación vaginal y a nivel general una vasocongestión generalizada. Es decir, nuestras arterias se contraen, se incrementa la presión arterial y aumenta el ritmo respiratorio.
¿Qué pasa en las personas con vulva durante la excitación? Se erecta el clítoris; sí, las personas con vulva también tienen erecciones. Aumenta la lubricación vaginal, se produce un alargamiento de los 2/3 internos de la vagina, mientras que el primer tercio externo se estrecha. Además, se hinchan los labios vaginales.
¿Qué pasa con las personas con pene durante la excitación? Se produce la erección del pene, aumenta el tamaño de los testículos, se elevan y se produce la hinchazón del glande.
Fase de meseta:
Sexo, sexo, sexo y más sexo, durante la tercera fase de la respuesta sexual humana, conocida como meseta es lo único que pasa, ¡Que fase más bonita! ¿verdad? En esta fase alcanzamos el nivel de excitación necesaria para que se pueda desencadenar el orgasmo.
Esta es la fase en la que lo damos todo, besos, caricias, sexo oral, penetración, tirones del pelo, cachetadas, mordiscos, susurros al oído, gritamos, gemimos, pedimos más fuerte, más despacio, escupimos, agarramos del cuello, atamos, vendamos los ojos, utilizamos juguetes sexuales, masturbamos, nos untamos comida en el cuerpo, nos rozamos, lamemos, cambiamos de postura, etc.
Fase de Orgasmo:
Si durante la fase de meseta seguimos aumentando la estimulación sexual llegará un momento en el que lleguemos a un pico máximo de activación, desencadenando así el orgasmo. Esta activación produce una respuesta global en todo el organismo, aunque por lo general en las personas con vulva el orgasmo suele sentirse más en la zona pélvica, concentrándose en el clítoris, vagina y útero. Mientras que, en las personas con pene, se produce la eyaculación mediante la contracción del pene y la uretra. Es importante saber que las personas con vulva poseen la capacidad de poder desencadenar varios orgasmos de manera consecutiva.
Fase de resolución:
Relajación, satisfacción, cansancio, sueño, bienestar, placer, pero sobre todo la sensación de “jo que a gusto me he quedado” son los síntomas más comunes de la última fase de la respuesta sexual. Esta última fase se da cuando nuestros niveles de excitación vuelven a la normalidad. Que sea la última fase de la respuesta sexual no implica que el sexo se haya acabado, si todavía existe deseo seguramente querrás continuar. Y es que recordar que el orgasmo, o la pérdida de erección no marca el final de la relación sexual.
En Tu Psicólogo en Alcalá de Henares trabajamos para solucionar las dificultades que se puedan dar en cualquier fase que te impidan disfrutar de tu sexualidad, ya sea desde la falta de deseo, problemas para tener o mantener erecciones, dificultades en la lubricación, dolor durante la penetración o incapacidad para sentir y vivir orgasmos.
Sergio Jareño Martínez
Máster en Terapia Sexual y de Pareja