
En este apartado, queremos exponer un tema importante en la vida de muchas personas y, que a raíz del COVID-19, parece que ha tomado más fuerza. Vamos a tratar el síndrome del burnout, o síndrome del “quemado”.
Este término, que ha trascendido mucho en los últimos años, quiero aclarar que no es un trastorno psicológico como tal, sino que podemos decir, que es otra forma de llamar a lo que se puede denominar sobrecarga laboral, que es una forma de estrés derivada del ambiente laboral que supone agotamiento mental, físico y emocional, que puede conllevar una baja autoestima y en algunos casos concretos depresiones u otros problemas de salud.
Este síndrome, se descubrió alrededor del año 1696, por dos psicólogas norteamericanas y, declarado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el año 2000, pudiendo reflejar que dicho síndrome aparece más en trabajadores que están en contacto con usuarios y clientes, produciendo cansancio emocional y más irritabilidad.
Generalmente, el síndrome de burnout se puede producir en las siguientes condiciones laborales:
- Monotonía en el trabajo, exposición a mucha presión, no tener expectativas de mejora laboral, trabajar habitualmente en un mal clima entre compañeros y con superiores o tener que trabajar bajo una mala gestión por parte de la organización.
- Las personas que tienen una jornada laboral demasiado amplia y esto no les permite conciliar de la forma conveniente con su vida fuera del trabajo.
- Personas que experimentan o sienten que no tienen control en su puesto de trabajo, y también aquellas que sienten que tienen que desempeñar alguna labor sin contar con los recursos necesarios.
- Las personas que no son capaces de diferenciar entre vida laboral y personal, sin poder desconectar del trabajo una vez que termina su jornada laboral ( ej. jornadas interminables en el trabajo a distancia)
- Aquellas personas que sienten que están sufriendo algún tipo de acoso laboral o lo están sufriendo y, no pueden salir de esas condiciones laborales.
- Cuando hay diferencia de valores (culturales, individuales…) entre la empresa y el trabajador, en cuanto a las consecuencias que pueda tener para el trabajador este hecho en su día a día en su puesto.
Es importante detectar si se está sufriendo sobrecarga laboral lo antes posible, porque si se prolonga, puede derivar, como hemos mencionado anteriormente, en problemas de salud importantes. Las consecuencias habituales que se pueden experimentar relacionadas con el “burnout” son:
- Fatiga constante, tanto dentro como fuera de la jornada laboral.
- Absentismo del puesto de trabajo por falta total de ganas o por ansiedad anticipatoria.
- Insomnio, por las propias vivencias del día a día en el trabajo, o bien por dificultad para controlar las preocupaciones y la ansiedad anticipatoria.
- Sensación de agotamiento u otros síntomas orgánicos como pueden ser problemas gastrointestinales y/o musculares.
- Sensación habitual de impotencia, sentimiento de fracaso y baja autoestima.
- Nerviosismo (llegando a veces a tener taquicardias), irritabilidad, disminución del rendimiento laboral y/o dificultades en la concentración.
Si en algún momento experimentas algunos de estos síntomas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Desde Tu psicólogo en Alcalá de Henares, trataremos de facilitarte las herramientas necesarias para enfrentar esta situación.
Sara Fernández Díaz-rullo
Psicóloga en prácticas