Ansiedad por la Salud

Ansiedad por la Salud

Desde que la crisis del Covid-19 se agravado en España, es normal que tengamos preocupaciones por nuestra salud y por la de nuestros familiares, e incluso que durante un tiempo estemos demasiado sensibles a las señales de nuestro organismo a las que antes apenas dábamos importancia. Tenemos por delante varias semanas de confinamiento, por lo que es conveniente que aprendamos a convivir con todo esto y evitemos malestares innecesarios.

La ansiedad es una respuesta natural del organismo ante posibles amenazas o peligros, de la cual hablamos a otra entrada de este blog. La ansiedad produce una reacción fisiológica en nuestro organismo que no podemos mantener durante demasiado tiempo, ya que terminaría por causarnos problemas, entre ellos el de afectar negativamente a nuestro sistema inmunológico, convirtiendo un problema inicial de gestión de la ansiedad ante la incertidumbre de la situación actual, en un peligro para nuestra salud. La paradójico es que la ansiedad por la salud puede acabar por enfermar a la persona.

Como decíamos, en la situación actual es probable que estemos excesivamente sensibles a las señales de nuestro organismo que pudieran estar relacionadas con la sintomatología del Coronavirus, pero, además, debemos tener en cuenta que es posible que vayamos a tener bastante facilidad de hacer interpretaciones catastrofistas de esas señales. Si este catastrofismo se apodera de la persona, es posible que aumente aún más las preocupaciones relativamente normales que todas y todos estamos experimentando, e incluso de un paso más, y necesite hacer repetidas comprobaciones para intentar eliminar dichas preocupaciones. Por ejemplo, podría tomarse la temperatura, ir a internet a leer cual es la sintomatología del virus, llamar a los servicios médicos,  ir a urgencias… Estas comprobaciones, si tienen un resultado tranquilizador, inicialmente, puede que alivien el malestar que ha provocado la ansiedad. Lo que sucede es que, en algunas ocasiones, estas comprobaciones se pueden convertir en un círculo vicioso que nunca consigue hacer desaparecer la incertidumbre. Aquí puede empezar un verdadero problema.

Para prevenir la aparición de ese círculo vicioso, es muy importante reducir lo máximo posible los estímulos que pueden disparar la ansiedad, debemos limitar el contacto que tenemos con noticias y datos sobre la crisis sanitaria que nos encontramos en los medios de comunicación o en las redes sociales como Facebook, Twitter o WhatsApp. Otra forma de limitar este contacto con estímulos amenazantes relacionados con el coronavirus, es tener actividades que nos distraigan, que nos mantengan ocupados. También es muy conveniente realizar ejercicios de relajación o meditación, ya que, si conseguimos reducir la activación del organismo, las preocupaciones tenderán a reducirse también. Hacer ejercicio físico también es muy efectivo para reducir la ansiedad, lo que sucede es que tenemos algunas limitaciones para realizarlo en casa; aunque siempre hay opciones. La última de las recomendaciones que os podemos dar es precisamente que busquéis la forma de reducir al mínimo posible las comprobaciones a las que nos referíamos antes (tomarse la temperatura, mirar datos sobre el coronaviruos…). Si conseguís poner en marcha todos estos consejos, es posible que terminéis dominando estos excesos de ansiedad por la salud. Dicho todo esto, nunca dejéis de acudir a los servicios sanitarios si la sintomatología es objetivamente relevante.

Lo que sucede es que esta situación va a ser peor o va a suponer mayores dificultades para personas que en el pasado ya han tenido problemas con la ansiedad en general, y con la ansiedad por la salud en particular (lo que se ha venido llamado, hasta hace no mucho, hipocondría). Estas personas quizá vayan a necesitar de una ayuda profesional. En Tu psicólogo en Alcalá de Henares estamos preocupados por las consecuencias psicológicas que puedan derivar de la crisis del Covid-19. Si necesitas más información o crees que necesitas ayuda, no dudes en contactar con nosotros.

 

Francisco Morato Bermejo
Especialista en Psicopatología, Intervención Clínica y Salud