
Es importante tener en cuenta las características comunes a los niños con altas capacidades (AACC), ya que un correcto diagnostico a edades tempranas puede prevenir muchos de los problemas de adaptación social y de rendimiento académico que pueden presentar estos niños:
- Tienden a ser niños introvertidos.
- Tienen una gran sensibilidad para captar elementos del exterior, lo que les acerca de manera más rápida al estrés y hace que se bloqueen fácilmente ante un bombardeo de estímulos constantes.
- Cuando ocurre un hecho con una gran carga emocional, lo racionalizan y no permiten a su cuerpo vivir la emoción que corresponde, por tanto, no aprenden a vivirla ni a superarla. Todas estas emociones que va enterrando dentro de sí, salen un día de manera explosiva hacia el exterior.
- Presentan una disfunción del lóbulo frontal que alberga las funciones ejecutivas debido a un excesivo funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro, encargado de las emociones. Esto se manifestará en conductas impulsivas, falta de atención y planificación, hábitos nerviosos o intolerancia a la frustración.
- Sufren mucho los problemas que tienen y los de los demás.
- Gracias a su capacidad de razonamiento, son muy conscientes de sus errores, por eso es normal que se sientan tristes y se disculpen con frecuencia.
- Tienden a focalizarse más en los aspectos negativos que en los positivos de la situación, porque son los que les permiten mejorar y cambiar.
- Tienden a interpretar el futuro y el pensamiento de los otros.
- Es fácil que aparezcan en ellos obsesiones, rituales o manías, como estrategia para mantener controlado el ambiente.
Teniendo en cuenta esto, se recomiendan algunos consejos a seguir con estos niños:
- Enseñarles a poner en práctica sus habilidades sociales.
- Tienen que vivir experiencias de niños de su edad, que les permitan conocer y controlar sus emociones.
- Tienen que vivir experiencias que les generen frustración, para que aprendan a tolerarla.
- Estar atentos a los cambios de conducta y los comportamientos extraños. En caso de que sean rituales u obsesiones, no juzgarlos e ir flexibilizándolos poco a poco, introduciendo cambios. Una vez lo haya superado, hacerle consciente y felicitarle por ello.
- Destacar los aspectos positivos de las situaciones.
- Animarle a escribir sus pensamientos en un cuaderno para que sea consciente de ellos.
- Generar un ambiente que les ofrezca estímulos y retos, así como fomentar su creatividad. Que no pasen horas haciendo deberes monótonos que ya saben hacer.
- Realizar actividades físicas y relajantes que reduzcan el estrés.
- No reducir su éxito o fracaso a las notas. Felicitar y fomentar el aprendizaje y el esfuerzo.
La figura del psicólogo es muy importante en estos casos, pues ayuda a los niños con AACC y a sus padres al desarrollo de la inteligencia emocional, al control de impulsos y a la mejora del rendimiento académico, entre otras cosas. En Tu Psicólogo en Alcalá de Henares te ayudamos.
Paula Lamberti Peñas
Experta en Terapia Infanto-juvenil y Pareja